Combustible Sostenible para la Aviación

El Combustible Sostenible de Aviación o SAF por sus siglas en inglés “Sustainable Aviation Fuel” son distintos tipos de combustibles empleados en aviones que deben cumplir con ciertos criterios económicos y ambientales, orientados a reducir el impacto del combustible en la atmósfera.

Se estima que el sector de las aerolíneas es responsable del 2,5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, equivalentes a más de 900 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). La Organización de Aviación Civil Internacional señala que el principal factor de impacto ecológico es el uso de queroseno de aviación, un producto derivado del petróleo.

Aerolíneas como United e Iberia, ya han llevado a cabo los primeros vuelos con este nuevo combustible empleándolo en sus aeronaves más modernas como el 737MAX o el A320NEO. Estos aviones no han sufrido ninguna modificación técnica específica, puesto que uno de los principales beneficios del SAF es que no requiere capacidades específicas para las aeronaves.

¿Qué son los combustibles sostenibles para la aviación?

La principal diferencia entre SAF y los combustibles convencionales es la materia prima. Si bien el queroseno es un derivado del petróleo, como la gasolina, el SAF se puede producir a partir de biomasa; como plantas, residuos forestales, aceites vegetales y azúcares.

Según el Air Transport Action Group, el SAF tiene las mismas cualidades y características químicas que el combustible de aviación convencional, pero contiene menos impurezas y tiene una mayor densidad energética.

El queroseno convencional se compone de aproximadamente un 70% de carbono, un 25% de lubricantes o compuestos aromáticos y un 5% de partículas contaminantes, como óxidos de azufre y óxidos de nitrógeno. Los combustibles sostenibles, en cambio, no cuentan con estos elementos en su composición.